Cuando el gato negro huyo por donde habia venido Adrian comenzo a sentirse merado. Algo parecido a un vertigo repentino, provocado quizas por la presencia del enemigo.
A- Ese gato trajo algo raro. Esa señora es algo rara.
Ad-Necesito sentarme.
G-Yo os digo que va a seruna bruja.
A- Para tanto no sera... o si?
Ad-No m encuentro bien.
A-Tienes fiebre.
G-Ya estamos otra vez.
Ad-¡Tengo que vomitar!
Una vez con la cabeza fuera de la taza del WC comienza la ronda de preguntas.
A-¿Que has comido hoy?
G-Has estado jugando con otros canis!
Adrian, palido como un muerto, pero algo repuesto nos mira arrepentido.
Ad-Lo he vuelto a intentar.
G y A- ¡¿Otra vez?!
A- Esque me encantaban las espinacas...
*La tecla de las tildes sigue averiada.
Poemas visuales de Joan Brossa
Hace 6 años